América Latina y el Caribe ha aumentado su
intensidad en términos migratorios, transitan millones de personas de todos los
países de América Latina y el Caribe solo para obtener una mejor vida, pero
debido a problemas como la seguridad, discriminación y racismo no logran su
objetivo.
América Latina y el Caribe han sido tierras
de migraciones, esto lo acompaña con el desarrollo de los países, la migración
contribuye también a las economías, ya que los migrantes se suman a la fuerza
de trabajo, pagan impuestos y envían remesas a sus familias y en sus países de
origen.
Se han optado por acuerdos internacionales
como el Pacto Mundial para la Migración Segura, Ordenada y Regular, el Pacto
Mundial de Refugiados, migraciones que se adoptan para proteger a esta
situación y hacen discursos que ponen en debate la posición jurídica hacia estos
acuerdos firmados por sus propias naciones.
En el 2020 la cifra de migrantes fue la más
alta de la historia con 281 millones de personas, este fenómeno migratorio
creciente en todo el mundo tiene grandes impactos económicos, sociales,
culturales y políticos en los países de origen, tránsito, destino y retorno.
Entre el 2000 y 2020, América Latina y el
Caribe experimentó el mayor crecimiento relativo de la migración internacional
a nivel mundial. Pasaron de ser países expulsores a ser países receptores, pero
esto no ha transformado el el rasgo estructural migratorio principal de la
región.
La personas migrantes son el sector más
vulnerable que hay en la actualidad, debido a que tienen dificultades para
tener acceso a un trabajo decente, protección social, salud, educación,
vivienda. Esto está vinculado a las barreras de acceso a la regularización,
puerta principal para el reconocimiento de sus derechos, así como con
características sociodemográficas.
La migración también contribuye al
desarrollo sostenible a través del crecimiento económico, dimensión demográfica
y cultural, estas son significativas mediante el trabajo, emprendedurismo,
innovación y aporte a tributarias, esto ayuda también al crecimiento del PIB de
los países de destino. Además en países de la región la población está
envejeciendo, lo que implica que haya menos mano de obra en sectores cruciales
para las economías, aquí entra la migración y así haya población con edad para
contribuir en estos sectores y así realizar estos trabajos.
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